Anonymous, Refritos en el Momento Justo y "Revolución"


Mucho de lo expuesto a la "luz" por el grupo de ciberactivistas Anonymous eran secretos a voces, especulaciones de siempre, cosas ya bien sabidas, teorías conspiranoicas que ahora con su firma toman un poco más de forma y relevancia, antes dejadas en el olvido.

Todo este popurrí de noticias escandalosas y elevadas a otros niveles gracias a la colaboración de los cibernautas y su imaginación adquiere un tono mucho más desagradable, licencioso y alborotador en un momento de volatilidad previa debido al asesinato de una persona negra a manos (rodilla) de un policía, llegan en el momento adecuado para incendiar mucho más el ambiente, no es un incendio cualquiera, es justificado, pero sin esa gasolina proporcionada por este "grupo" la cerilla que inicio todo tal vez no hubiera sido suficiente para sobrevivir una leve brisa, se supo bajo este método concentrar la indignación de un pueblo ya irritado pero resignado ante escenas similares por ser el pan de cada día en un país claramente violento, que desde hace mucho vive luchas en las sombras por lo que ahora es tan visible.

Personas de todo tipo son conscientes de los atropellos por las autodenominadas autoridades en todo el mundo, pero no viven de cerca ni los atropellos ni la lucha constante de otros para que se haga justicia y eso cambie de una vez por todas o siquiera progresivamente, estas personas estarían de acuerdo con estos cambios pues reconocen su necesidad para hacer de su entorno un lugar más justo, tienen pensamiento revolucionario, pero no ejercen, no más allá de las pantallas y muchas ni siquiera se toman la molestia de compartir su opinión a un mundo de desconocidos, tal vez sean partícipes en su momento de movilizaciones puntuales que reclaman un cambio en esa tan extensa lista de injusticias, quizás ni siquiera salgan a las calles por creer que su presencia no marcaría la diferencia para que algo cambiase o a pesar de ser conscientes la causa no los motiva lo suficiente para hacer algo al respecto, solo apoyan con el corazón, y ¿para qué sirve un revolucionario pasivo? para nada. En tanto los restantes ejercen, son instrumentos de algún bando o son semillas que nunca germinaran.

En días como los que vivimos algo ha motivado lo suficiente a las personas para dejar sus hogares y hacerse sentir tomando el espacio natural de los coches, en principio un sector puntual bajo histórica represión alzo la voz, luego un icono del nuevo mundo (el virtual) apareció para advertir que el evento alfa no era el único por el cual indignarse, notificando que liberaría "nueva información" con relación a los círculos influyentes y sus atropellos sobre otros grupos sociales, no importa que hubiese compartido acerca de todos esos personajes posicionados en las altas esferas, ya habían logrado algo mucho más importante: indignación y contagiado la irá suficiente para que muchas personas encontraran un motivo para salir. Misma estrategia se ha usado desde siempre por los actores influyentes de nuestra realidad política con la ventaja que ellos mismos están vinculados con los medios masivos y poseen facilidad de difusión.

Una especie de revolución se vive en este instante, con algunos de los pasivos, instrumentos y los siempre revolucionarios en las calles, gracias a un fenómeno simple que los unió: indignación, exaltación desembocada en furia por la idea o seguridad que tienen, que el agente opresor ha ido demasiado lejos; constantemente se tiene la certeza de todas las brutalidades y crueles acciones de este agente opresor, pero el conformismo presente por la creencia de no afectarnos al punto de influir directamente en nuestro diario vivir hace que desdeñemos dichos actos violentos, sin embargo el germen indignante ha contagiado a la masa al punto de parecer que la indiferencia ha desaparecido, todo gracias a alimentar este germen suministrándole suplementos vitamínicos: un estandarte o símbolo de la brutalidad que acosa, un eslogan, y ante todo el bombardeo con los recuerdos olvidados del por qué se está reclamando con condimentos refrescantes e igualmente indignantes, todo en cuestión horas pues se tiene que acudir a las emociones de muchos para que sea posible una movilización masiva, estallo y puede que el estallido este en su consumación o principios, o tal vez la onda expansiva haga que estalle asuntos volátiles a su alrededor, no sé puede decir con certeza qué ocurrirá, simplemente de esto se aprende que la revolución se tiene que alimentar...



Comunicador gráfico...Disfruto del silencio, aprecio la soledad... Escucho, escribo, leo, dibujo... Pienso excesivamente más de lo que actuó... Aún quiero cambiar el mundo... Justifico hacer estupideces con mi juventud... A veces me siento viejo... Me contradigo mucho, pero con sentido...

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