Onírico



Seguridad da en ocasiones sea fugaz o constante
el taciturno pensamiento que puede tener andante
la vida del personaje que se cree principal,
sustancia do día a día evidencia ser vulgar.

Mustia, oscura representación, enmascarada de luz, bienestar,
alumbra la estancia; allá en la umbría el mal
cediendo poco a poco donde lumbre ya no está;
fulgurantes y colosos astros, —aunque falsos— también perecerán.

Del sentir no hay duda alguna primer error ¿confiar?
pues de la nada nace este, desconocido preceder;
sobre apariencia de roca se empieza a edificar
la contingente estructura que por nebulosa base puede caer.

Firme luce el lazo por el incienso dejado,
que sin vientos hasta el techo sube sin preocupación,
con seguridad nos aferramos, mientras se desvanece en nuestras manos
la cuerda que solo ha dejado el hollín de la desesperación.

Hay que aceptar que en está vida no hay seguridad
así que el sueño puede ser la misma realidad,
aunque afligido, moribundo, estertóreo se esté,
no hay piedad, pues para el universo, nada es prioridad.

Protagonista o secundario imposible es cejar;
de sueños y esperanzas, aunque despojado, esto continuara,
pues estrofa a estrofa aparecerá: luz, roca, lazo,
al cual seguir, confiar, y apresar, hasta que llegue el verso final.

Comunicador gráfico...Disfruto del silencio, aprecio la soledad... Escucho, escribo, leo, dibujo... Pienso excesivamente más de lo que actuó... Aún quiero cambiar el mundo... Justifico hacer estupideces con mi juventud... A veces me siento viejo... Me contradigo mucho, pero con sentido...

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