Le Petit Prince (El Principito), de Antoine de Saint-Exupéry
Qué se puede decir
de un libro que ha sido tema de conversación durante tanto, un libro que ya
tiene su propia película, un libro que ha sido quemado hasta el cansancio, no
mucho ¿cierto? Pues siempre se puede decir algo más, y seré parte de aquel
ejército que ha hablado sobre este libro.
Para comenzar, ¿el
autor de este libro tiene más? quisiera escribir un libro que pegue tanto y
vivir tranquilo toda mi vida, aunque este no fue el caso de Antoine de
Saint-Exupéry ya que no fue rico por que murio antes de que su libro se
conociera, sin embargo lo hizo inmortal, así que no es un libro cualquiera.
Creo que este libro tuvo la capacidad de volver inmortal a Antoine de
Saint-Exupéry debido que para la época tocar ciertas temáticas de esa manera
era algo innovador, en la actualidad alguien centrado, diría que es un tanto,
¡muy!, sensacionalista, pero volviendo al pasado donde todo era oscuridad que
alguien lance esa luz de ternura esa mirada infantil ante problemáticas de lo
que sería exclusivamente para adultos, hizo que gracias a esa manera de
observar la vida en esa época la eternidad lo acogiera.
Habrán leído o
escucha en un montón de sitios que este libro es infantil, y en otros tantos
que no lo es debido a su alto contenido filosófico, sin embargo me gusta más
clasificarlo en la categoría de infantil, ya que lo que se busca en este libro
es volver a eso, a la niñez que se nos ha escapado, no sé ustedes pero es como
aquella caricatura que volviste a ver y que ahora con tus ojos de adulto te das
cuenta de su hermoso mensaje, eso es este libro, a pesar de leerlo con la
mirada adulta, nos envía a nuestra a niñez a preguntar por qué deje escapar
tantas cosas que aún me pueden hacer feliz, y por qué me preocupo por otras
tantas que solamente me distrae de lo realmente importante, lo que es invisible
ante los ojos…
Y ya para no seguir
tramando y no citar debidamente, si no has leído este libro, entonces no estás
en nada, es un clásico obligado, además nadie se atreve ahora a ser tan cursi
como este señor, lo cual de vez en cuando no está mal.
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